Función en MUNAL (Distrito Federal): domingo 1 de septiembre, 12pm.
(GABINETES) Figura retorcida: imaginarios grotescos en pantalla, ciclo de cine en torno al gabinete de obras de Orozco, donde se rescatan el imaginario grotesco, monstruoso o fantástico de la mente del famoso artista plástico.
En El circo, Charles Chaplin interpreta a un vagabundo que, accidentalmente, es contratado como un payaso, convirtiéndose así en la estrella del espectáculo. El protagonista no entiende por qué, en algunos momentos, es tan divertido y se confunde cada vez que, en otros, deja de serlo, provocándole desconcierto y falta de claridad en cada uno de los eventos.
El filme es rico en gags visuales; abre con un complejo escenario sobre un carterista, continúa con una persecución a los alrededores del circo e incluye una escena al interior de una casa de espejos donde los personajes se multiplican y los policías persiguen los reflejos de los otros. Además, en otra escena, Chaplin permanece al interior de una jaula de león; mediante una serie de precauciones, lo mantuvieron a salvo –debido a que la generación de imágenes por computadora era una técnica desconocida- mostrando un efecto de realidad en la presencia del león. Éste, es un ejemplo del gran trabajo de edición, coordinando la presencia del vagabundo y del león al mismo tiempo.
Chaplin era perfeccionista en sus filmes, pero su vida privada era una calamidad. Ambas características se enfrentaron mientras realizaba El Circo. Una carpa de circo en llamas y un carrete de película perdido, son sólo algunos de los infortunios ocurridos durante el proceso de creación de esta obra cinematográfica. Al mismo tiempo que se divorciaba, el perfeccionismo de Chaplin exigía 200 tomas de una difícil escena sobre una cuerda floja.
Al igual que Buster Keaton y Harold Lloyd, Chaplin fue un artista que dependía del silencio, y el sonido resultaba innecesario para decir algo más. Vivieron en su tiempo, el del cine mudo, y debemos mostrar disposición a visitarlo.
Roger Ebert (RogerEbert.com)