La historia de la humanidad se detuvo y nunca ocurrió según la conocemos. Napoleón V se encuentra a la cabeza del Imperio Francés, los avances y los descubrimientos científicos que revolucionaron nuestra historia (la electricidad, el petróleo) nunca se dieron y el futuro nunca llegó, debido a que las más grandes mentes científicas han desaparecido misteriosamente en los últimos años. En 1941, en un mundo varado en el siglo XIX, Abril buscará el modo de evadir la persecución que sufren los científicos restantes para finalizar el proyecto inconcluso de sus padres, quienes murieron 10 años atrás: la creación de una sustancia cuyo poder rebasa los límites de la imaginación.
El filme francés –un homenaje a la imaginación y a los mundos del historietista Jacques Tardi– nos presenta, con un humor negro repleto de ironía, una alegoría distópica del control del conocimiento a beneficio del poder. Si bien el tema no es nuevo y ha sido abordado infinidad de veces, el modo en el que se nos presenta de la mano de los directores Christian Desmares (animador en Persépolis, 2007) y Franck Ekinci (Cold Coffee, 2015), no sólo resulta novedoso sino divertido, pues el filme, además de contar con el encanto mágico de cierto cine francés (Amélie, Le hérisson), resuelve de manera acertada y congruente –mediante dibujos fluidos y una animación similar a la que dotó de su elegante poeticidad a Persépolis (Dir. Marjane Satrapi, Vincent Paronnaud)– las dificultades de contarnos una historia sencilla (por momentos simple) en un mundo complejo. Por otra parte, las estrategias del guión son las mismas de cualquier historia dirigida (falsamente) a los niños: una mujer solitaria, acompañada de su consejero personal (su gato) se embarca en una aventura que la llevará a conocerse a sí misma, a reconocer sus límites y sus capacidades, y a encontrar el amor. De igual modo, las reflexiones que fundamentan el filme son las que ya conocemos: las sociedades de control, el poder de la fuerza bruta sobre el conocimiento, la lucha del hombre contra la naturaleza y su creencia de ser superior a ella, etc. Lo cual, no es, en absoluto, una desventaja del filme, sino al contrario, porque la película cumple con su propósito de contarnos lo de siempre con recursos distintos, además de entretenernos. Sin embargo, no todo es bueno y peca de algunas fallas, por ejemplo, la solución al misterio es demasiado vana, rápida, abrupta, y en ella se mezcla un mensaje forzado de ecología que puede llegar a desanimar a algunos espectadores. Pero, dejando eso de lado, Avril et le monde troqué es fiel a la tradición del cómic francés a la que Tardi se inclina y cuyo lema dicta: “la realidad es cruda y su crueldad es obvia; riámonos y pensemos”.
Fecha de estreno en México: 12 de enero, 2018.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex, Cineteca Nacional