El pequeño Daniel (Alejandro Felipe) es testigo del suicidio de su madre (Verónica Merchant), una mujer que es perseguida por una serie de visiones y alucinaciones debido a su inestable salud mental. Al no tener padre, el niño es recibido en casa de su tía Elizabeth (María Rojo), una mujer conservadora, estricta y apegada de manera extrema a los preceptos de la religión católica que educa a Daniel infundiéndole miedo y acusándolo de tener un estilo de vida pecaminoso. Años después y agobiado por seguir viviendo bajo estrictas condiciones, Daniel (José Ángel Bichir) asesina a Elizabeth, pero al poco tiempo recibe una serie de cartas escritas por su tía, situación que descontrola el estado mental del joven. 

A partir de un guión escrito hace varios años por Carlos Enrique Taboada, el cineasta mexicano, Julio César Estrada (El libro de piedra, 2009), dirige El jirón de niebla (2016), un filme de terror que se cocina a fuego lento y que busca jugar con las certezas del espectador. Estrada se muestra paciente y metódico para construir con mucho sigilo los elementos del terror, sin embargo recurre a una mezcla de géneros que le impiden mantener un ritmo constante, y la historia se desenvuelve de manera irregular con muchos altibajos. La primera mitad del relato se asemeja más a un drama familiar en el que conocemos al niño solitario que sólo recibe regaños y castigos por parte de una mujer amargada e intransigente que no logra transmitir sensaciones de angustia o temor. Además de incluir un romance innecesario –que se genera y desarrolla de manera muy torpe– entre el protagonista y Patricia (Andrea Verdeja), la segunda parte del relato adquiere las dimensiones de un thriller psicológico en el que se recurre a la participación de dos agentes policiacos (Joaquín Cosío y Gerardo Taracena) que buscan detener al joven por el crimen que cometió, pero que poco a poco se sumergen en una espiral de mentiras confeccionada por Daniel. Aunque aparentemente los eslabones conectan de forma congruente, resulta cuestionable que todos los personajes involucrados aparecen en el momento oportuno del clímax, generando así un desenlace artificial y precipitado.

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Fecha de estreno en México: 25 de noviembre, 2016.