Miriam (Léa Drucker) y Antoine (Denis Ménochet) están teniendo dificultades para finalizar su divorcio, sufriendo interminables batallas legales sobre la custodia de Julien (Thomas Gioria), su hijo de 11 años, mientras que su hija mayor de 18 años, Joséphine (Mathilde Auneveux), trata de hacer su propia vida con su novio Samuel (Mathieu Saikaly). Miriam le tiene miedo a Antoine y afirma que el hombre es un monstruo abusivo; Julien teme pasar tiempo con su padre; y la mayoría de los encuentros padre e hijo se centran en la necesidad de Antoine de saber qué está haciendo Miriam ahora que ha superado el fallid matrimonio. El niño está atrapado en una situación horrible, incluso perdiendo su cordura cuando su padre aplica presión sobre él. A medida que pasa el tiempo, el carácter obsesivo de Antoine comienza a colocar a los demás al borde del peligro.
En Sin amor (Nelyubov, 2017), la magistral disección sobre el egoísmo de la sociedad rusa, Andrey Zvyagintsev, confeccionó un poderoso y desgarrador drama sobre padres obligados a enfrentar su propia toxicidad cuando su hijo desaparece y a nadie parece importarle. Dentro de sus muchas capas de lectura, el filme ruso ahondó en el abuso emocional y físico, al hacerlo con un interés específico en la guerra entre una pareja que se separa, con problemas personales que superan el bienestar familiar. Como si se tratara de un juego de espejos, Por un hijo (Jusqu'à la garde, 2017), la ópera prima del también actor Xavier Legrand, se adentra en la oscuridad y el poder destructivo del divorcio, explorando los problemas de la separación, los temores y las obsesiones de los involucrados, y los daños que sufren los hijos. El filme inicia de manera poco convencional, asistiendo a una audiencia de custodia entre Miriam y Antoine, a quienes se unen una juez y sus respectivas abogadas para revisar las recientes declaraciones proporcionadas por Julien, quien dejó perfectamente claro que no quiere ver a su padre. La reunión es expositiva, quizá un tanto didáctica, pero sumamente tensa alcanzando su punto más álgido cuando nosotros, como espectadores y sin darnos cuenta, estamos en el lugar del juez. Mediante una cámara muy cercana a los rostros de los personajes, la cinefotógrafa Nathalie Durand (L'étoile du jour, 2012) muestra a la pareja confinándose en un silencio forzado mientras su representación legal presenta argumentos a un juez severo, que no está interesado en nada más que en los hechos. Técnicamente, esta secuencia se posiciona como el primer acto del relato, proporcionando una forma básica de personalidades, mientras Miriam lucha por definir a Antoine como una bestia incapaz de autocontrol -sólo que no tiene pruebas precisas de irregularidades, únicamente lanza acusaciones-. Por su parte, Antoine afirma ser inocente, desafiando los testimonios de su exmujer y de Julien. Paulatinamente, Legrand deja en claro que el padre y exesposo es un hombre muy peligroso, en posesión de una intensidad que desconcierta a Miriam e infunde temor en Julien, quien se ve obligado a ocupar el puesto de intermediario, mintiendo para cubrirse de los celos obsesivos de su padre. En este sentido, el guion teje eficazmente muchas muestras de ira, que comienzan con leves irritaciones y se convierten en una furia consumida, aunque una enraizada en la vulnerabilidad, mostrando la confusión de Antoine con la pérdida de amor y el comportamiento aprendido de su padre, quien lo reprende abiertamente durante una cena. Sin embargo, Legrand encuentra atisbos de humanidad en sus personajes que ayudan a interrumpir la previsibilidad del guion cuando asigna el papel de villano al padre para dejar todo en un alto punto de ebullición para su gran estallido visceral, perturbador y emocional en el acto final que motivan al espectador a reflexionar en torno a la mítica idea del sacrificio de los niños, el egoísmo de los adultos y la culpabilidad. Incluso con el objetivo de avergonzar a los espectadores sugiriendo que aquellos que dan testimonio de abuso y no hacen nada son tan culpables como los que cometen un acto violento.
Fecha de estreno en México: 2 de noviembre, 2018.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cineteca Nacional