Dylan (Michiel Huisman) es un controlador de vuelo y tráfico aéreo en el aeropuerto JFK de Nueva York, cuya vida está marcada por una serie de eventos idénticos que se repiten todos los días y que siempre terminan a las 2:22 pm en la Gran Estación Central. Un día conoce a la bella Sarah (Teresa Palmer), de quien se enamora profundamente. Sin embargo él se percata que que la evolución de su relación amorosa se basa en un suceso que, al repetirse constantemente, lo desgasta a nivel emocional y pone en peligro la vida de su amada. Dylan está decidido a averiguar el origen de esa serie de patrones que no lo dejan en paz.
El tema del destino es explorado de manera tímida, desordenada y ridícula en Premonición (2:22, 2017), un fallido intento de los guionistas Todd Stein y Nathan Parker por crear una experiencia cinematográfica intelectualmente demandante en la que, a final de cuentas, la participación del espectador en el proceso de decodificación de las conexiones temporales es aniquilada debido a una serie de giros narrativos inverosímiles incapaces de conectar los puntos primordiales de la trama. El enigma central del filme –sobre la manera en que pasado y presente se conectan en una misma dimensión espacial– es expansivo e intrincado. Las cosas se vuelven extrañas para Dylan, quien debe llegar al pasado para controlar el presente, haciendo descubrimientos a lo largo del camino que alteran su percepción del tiempo, pero la poca convicción y seriedad de Michiel Huisman alejan rápidamente al espectador, quien deja de sentirse atraído por los débiles y flojos misterios. La película es una serie de coincidencias colocadas en un mundo narrativo por el capricho del director australiano Paul Currie (One Perfect Day, 2004); existe el misterio de lo que está sucediendo en la Gran Estación Central, pero se desentraña sin ningún compromiso real con la audiencia. El guión de la película dicta cada punto de la trama literalmente y sin subtextos desafiantes. Cada advertencia sale de la aturdida y fruncida boca de un acartonado Huisman, o peor aún, de su monótona voz en off. En última instancia, Premonición es un artificio tejido de vueltas de tuerca desprovistas de suspenso, cuyas respuestas nunca responden a las expectativas de los personajes ni sorprenden al público.
Fecha de estreno en México: 14 de julio, 2017.