Cuando Inés (Bárbara Mori) asiste a la boda de su joven sobrina Regina (Natasha Dupeyrón), florecen las inseguridades respecto a la relación que mantiene con su novio (Andrés Almeida), una especie de vividor con actitudes infantiles. A pesar de ser una mujer indecisa, Inés opta por terminar el noviazgo con la intención de buscar nuevos retos, mayores oportunidades de crecimiento profesional y, por supuesto, una nueva posibilidad de encontrar el amor que la acompañe el resto de su vida. Presionada por su mejor amiga (Marimar Vega), acompañada por su eterno e incondicional amigo (Juan Pablo Medina), incomprendida por su madre (Angélica Aragón) y aconsejada por su padre (Héctor Bonilla), Inés se encuentra ante la encrucijada de perseguir sus sueños o repetir los mismos patrones de las mujeres de su edad –aquellas que oscilan entre los 31 y 39 años–. Y, en el trayecto, ella lucha por darle un nuevo significado al concepto de “solterona”, para demostrar que por convicción (y no mala suerte) una mujer puede caminar por la vida sin el apoyo ni el cariño de un hombre.

Treintona, soltera y fantástica (2016), dirigida por Chava Cartas –que cuenta con una amplia trayectoria en series televisivas (Los héroes del norte, Gossip Girl Acapulco, El mariachi)– y basada en la novela homónima de la escritora mexicana, Juana Inés Dehesa, es una película demasiado preocupada por separarse del resto de las comedias románticas y reinterpretaciones del idílico cuento de hadas. Pero en ese afán por sentirse único y diferente, el director pierde el rumbo de su barco y sólo navega muy por encima de una amplia gama de temas vinculados a la soledad, la libertad, el empoderamiento de la mujer, las brechas generacionales y el amor hacia uno mismo. El guión de Juan Carlos Garzón y Angélica Gudiño esboza de manera oportuna las actitudes de una mujer insegura e indecisa, cuya principal preocupación es que pasa de los 30 y aún no se ha casado. Inés, a pesar de ser una mujer con cierto grado de cultura, con potencial para convertirse en una talentosa escritora, demuestra su torpeza para aceptar la edad que tiene y el miedo obsesivo con el que ve cómo se aproxima la vejez. Y aunque la superficie de la protagonista está bien trazada, Bárbara Mori es incapaz de llenar el interior de su personaje; la actriz carece del carisma y el rango actoral necesario para transitar de manera honesta y verosímil del llanto a la alegría, del dolor a la felicidad. Además de ofrecer reflexiones someras sobre la soltería y la libertad de la mujer, el filme recurre constantemente a los tropos de la comedia romántica para negarlos y repudiarlos, pero nunca logra subvertirlos de manera inteligente, irónica o conmovedora. En última instancia, Treintona, soltera y fantástica se dirige al espectador para gritarle que no es igual a las demás propuestas del género, pero en ningún momento permite conocer sus emociones e intenciones. A final de cuentas, el filme termina siendo complaciente para aquellas mujeres que se encuentran en la misma situación de la protagonista.

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Fecha de estreno en México: 7 de octubre, 2016.