Maps to the Stars (2014), lo más reciente de David Cronenberg –y primer filme que el cineasta canadiense realiza en Estados Unidos–, cuenta con la participación del actor norteamericano, John Cusack (Being John Malkovich, 1999; High Fidelity, 2000; The Paperboy, 2012), que interpreta a Stafford Weiss, un millonario gurú de la autoayuda, que ha ganado su fortuna impartiendo terapia a famosas estrellas de Hollywood. Luego de su premiere en Cannes y presentarse en algunos otros festivales, como el de Nueva York, el filme es descrito como un sueño febril de la celebridad moderna. Una declaración salvaje contra Hollywood que critica lo absurdo de la industria contemporánea y cuestiona las obsesiones con la fama. Se trata de un drama coral que incluye las actuaciones de grandes nombres de Hollywood: Robert Pattinson, Julianne Moore y Mia Wasikowska. Ellos promueven la película como cualquier otra; caminan por la alfombra roja, sonríen ante los flashes de las cámaras y se encierran en suites de lujosos hoteles para conceder entrevistas donde tratan de aclararle a los periodistas las diferencias entre el Hollywood retratado en la película y el Hollywood real. Pero detrás de es distinción, las líneas comienzan a desdibujarse incluso para ellos mismos.

Respecto al lugar, Cusack menciona:

Los Angeles parece ser un lugar ideal donde un hombre puede decir que es un “entrenador de vida”. Mientras que la demás gente está buscando convertir su dolor en algo bello, pero también quieren ser famosos con tanto dinero, entonces, por supuesto que todos los depredadores llegan a LA.

El actor, en una plática que sostuvo con Henry Barnes de The Guardian, habló sobre varios aspectos de la película y los vinculó con su experiencia propia de trabajar en Hollywood:

Tengo otros 15 o 20 años antes de que me consideren viejo para esto, pero para las mujeres esto es brutal. Si la actriz tiene 26, es considerada casi una menopaúsica. Esto es absurdo, pero así suele ocurrir. Tengo amigas actrices que llegan a los 29, y sólo quieren abrir la lata caliente de los 22. El negocio se está convirtiendo en algo así como pornografía infantil. Es demasiado extraño.

En sentido figurado, Hollywood ya no es un lugar; ahora es una idea nostálgica. En Hollywood moderno de la franquicia es la que manda y la estrella se utiliza como palanca. “Es un prostíbulo donde la gente vuelve loca”, afirma Cusack:

La gente solía cuidarse mutuamente cuando yo era niño. Había gente buena en el negocio. Cuando llegué a Los Angeles,  Rob Reiner me dijo: “Disfruta tu estancia en mi casa”. Él me enseñó eso. Trabajé con Al Pacino [en 1996 en el drama criminal City Hall]. Pacino hablaba contigo y se acercaba. Ahora es diferente. La cultura sólo se come  a los actores jóvenes y les escupe. Es sumamente complicado sobrevivir sin encontrar un puerto seguro.

Además, Cusack lamenta que hoy en día sea mucho más difícil sacar adelante algún proyecto personal dentro del ‘star system’:

Ahora hay seis extraños formando un comité y decidiendo el corte final de una película en la que no participaron. de  formaban parte de lo que es - y tal vez uno para usted. Si pudiera hacer algo como vender relojes en China lo haría, y sólo participaría en películas como Maps to the Stars.

Las declaraciones de Cusack han resultado controvertidas, pero también reveladoras, principalmente porque se trata de un actor que ha estado inmerso en el sistema de Hollywood durante varios años (desde 1983).

LFG (@luisfer_crimi) 

Fuente: The Guardian