David Ehrlich -colaborador de IndieWire- realizó, junto con un grupo de críticos de cine, una lista de películas en las cuales su apetito se hubiese despertado o, filmes que los hicieron apreciar el poder o la tradición de la comida de una manera en que nunca lo habían hecho antes. Por ello, la pregunta hecho fue ¿cuál es tu película gastronómica favorita?
Eat Drink, Man Woman (1994) - Kyle Turner, Paste Magazine
Hay momentos en que regreso a Eat Drink, Past Woman de Ang Lee solo por la secuencia de apertura, que presenta una deliciosa comida preparada por el patriarca Chu. Es un desfile de imágenes que indican la habilidad que se necesita para ser un gran chef y la intimidad necesaria para hacer una cena familiar grande. El encuadre de Lee es sencillo, dejando que el talento de Sihung Lung hablé por sí mismo.
Soul Food (1997) – Candice Frederick, Harper’s Bazaar
Las imágenes en la película representan la definición misma de lo que es la comida del alma: alimento para el alma que te hace sentir bien por dentro. Sin embargo, incluso más que eso, la película yuxtapone ese sentimiento con la idea de que la comida del alma es una forma de reunir a una familia alrededor de una mesa, incluso cuando sus propias almas pueden haber sido destrozadas debido a una tragedia o traición. Es ese sentido de unidad y genuina compasión lo que catapulta a la película para convertirse en algo mucho más que un desfile alimenticio.
The Lunchbox (2013) – Edward Douglas, The Weekend Warrior
Apuesto a que no seré la única persona que elija The Lunchbox de Ritesh Batra, pero no puedo pensar en ninguna otra película que me dejará hambriento mientras la veía, especialmente hablando de comida india, alimento que no me gusta comer muy seguido. Es una película encantadora que parece haber encontrado un público mucho mayor después de que salió de los cines, además de darle a la superestrella de Bollywood Irffan Khan una nueva carrera en Hollywood a medida que más cineastas descubrían su increíble talento.
Chef (2014) – Jacqueline Coley, Rotten Tomatoes
En Chef, Jon Favreau echa un vistazo detrás de la cortina a lo que realmente significa ser una persona culinaria o una persona que simplemente ama servir buena comida. Franklin’s, la barbacoa local de Autin, fue y sigue siendo algo que vale la pena probar. Favreau captó perfectamente el ambiente de la tranquila comida de Austin. Cuando el fundador de Franklin’s saca dos panes fritos, casi se puede oler el aroma ahumado en el ambiente. Chef es la quintaesencia de Austin: sureña, riquísima y un poco rara.
Tangerines (2013) – Carlos Aguilar, Freelance
Ambientada en la región separatista de Abjasia durante la guerra entre Rusia y Georgia, Zaza Urushadze examina los lazos políticos, económicos y espirituales entre las personas, su tierra y los alimentos que proporciona. Ivo (Lembit Ulsak), un anciano carpintero que vive en este territorio devastado pero fértil y su amigo Margus (Elmo Nüganen), un resuelto agricultor, son los únicos dos estonianos que aún permanecen allí. Uno se niega a irse hasta que pueda terminar su gran cosecha de mandarinas, mientras que el otro estña trabajando duro haciendo cajas para sostener la fruta. Al igual que las raíces de los árboles que sostienen las manarinas preciosas, Ivo y Margus están fijados en su tierra natal más allá de cualquier cosa que la guerra geopolítica intente imponerles.
Willy Wonka & The Chocolate Factory (1971) – Ella Kemp, Little White Lies
No hay película que me haga soñar con comida como Willy Wonka & The Chocolate Factory. En su origen se trató de una película promocional sobre la marca perteneciente a Nestlé. Por eso el nombre del chocolatero está en el título, con fines promocionales. En ella, la comida se muestra como una necesidad y un sueño distante al mismo tiempo. Mi escena favorita siempre será el momento en que se abren las puertas y Wonka comienza a cantar Pure Imagination mientras los visitantes devoran los árboles y las flores, cubiertos de chocolate y atiborrados de crema. Se trata de un aspecto que no deja perder la magia y la imaginación del libro.
The Last Laugh (1924) – Richard Brody, The New Yorker
Ya sea la fiesta suntuosa o el placer modesto, la comida también es una cuestión de dinero y necesidad, y una película gastronómica primordialmente ingeniosa muestra deleite culinario a través del poder y la falta de riqueza, a saber, The Last Laugh de F. W. Murnau, es una etiqueta desenfrenadamente irónica que termina con ambos conjuntos y rompe la plantilla. El personaje de Emil Jannings, un orgulloso anciano, celebra con una comida gigantesca, con grandes manjares, mientras, el anciano vigilante nocturno del hotel, está teniendo su primera introducción a la buena mesa. Murnau filma el corte de ricas carnes con una embriagadora intensidad de primer plano que iguala la exubernacia de Jannings y la maravilla de los vigilantes, que a su vez se ve dominada por la llegada de un cuenco de caviar, que el personaje amontona en el plato de su abrumado amigo, en grandes y relucientes torres. Con un humor extremadamente agrio, Murnau rompe la cruel apariencia del lujo descuidado al tiempo que afirma los placeres refinados, en términos de autoconciencia y las responsabilidades que imponen.
Io sono l’amore (2009) – Oliver Whitney, ScreenCrush
Lo primero que viene a mi mente es la escena del camarón en Io sono l’amore, de Luca Guadagnino. Cuando Emma, Tilda Swinton muerde el platillo de camarones preparado por su futuro amante, las luces a su alrededor se atebúan, los sonidos se amortiguan, la placa ilumina su rostro con una luz dorada y se catapulta a un reino de éxtasis total. Es tanto una escena de comida como una escena de sexo, una experiencia sensual fuera del cuerpo.
Tampopo (1985) – Christopher Llewellyn, Hammer to Nail
Mi favorito personal es Tampopo de Juzo Itami, que combina lo mejor de las artes culinarias con un romance cinematográfico. No es solo una película sobre comer, sino también un homenaje a todas las grandes historias del western, con el actor Tsutomu Yamazaki como un mítico vaquero que ayuda al personaje de Nobuko Miyamoto a desarrollar el cuenco perfecto de ramen. En el camino, exploramos anécdotas apetitosas y eróticas. Flamante y tentador en su estética, Tampopo se sirve con especias.
Eat Pray Love (2010) – Q. V. Hough, Vague Visages
En Eat Pray Love, Julia Roberts visita L’Antica Pizzeria da Michele. La película no se enfoca por completo en la comida, pero plantó una idea en mi cabeza, una que consumía mis pensamientos cada vez que comía algo con terminación “za”.
Big Night (1996) - Todd Gilchrist, Freelance
Dada la monstruosidad que obstruye las arterias que se sirve durante la fiesta culminante de la película, sería negligente no hablar de Big Night, una notable película de Stanley Tucci sobre los italianos y su cocina.
Harry Potter and the Sorcerer’s Stone (2001) – Rafael Motamayor, Flickering Myth
La primer película que me abrió el apetito fue Harry Potter and the Sorcerer’s Stone, durante la fiesta de bienvenida en Hogwarts. Especialmente cuando recordé la pobre variedad que se ofrecía en la cafetería de mi escuela. Ver mesa tras mesa llena de todo tipo de magia culinaria fue lo más mágico para mis jóvenes ojos. No me importaba si era real o si incluso sabía bien, solo el hecho del festín era suficiente para mí.
Suspicion (1941) Christian Blauvelt –BBC Culture
Mira cualquier película de Alfred Hitchcock y encontrarás una fantástica escena gastronómica. A veces la comida es atractiva, como la fiesta marroquí presente en The Man Who Knew Too Much. Algunas decididamente no, como un la sucesión de horripilantes comidas presentadas al personaje del inspector principal en Frenzy. Pero mi escena favorita está en Suspicion, donde Joan Fontaine sospecha que su esposo Cary Grant puede ser un asesino y tal vez tiene la intención de asesinarla. Los dos cenan en la casa de una amiga y vecina, una escritora de misterio llamada Isobrel Sedbusk, que claramente es un sustituto de Agatha Christie.
The Lady and the Tramp (1955) – Danielle Solzman, Solzy at the Movies
La comida que más me abrió el apetito ha sido la clásica escena de espagueti en la película animada de Disney The Lady and the Tramp. La escena ofrece una agradable mezcla de comida y de romance de una manera que no siento que pueda ser replicado de la misma manera por otra película.
Trad.EnFilme
Fuente: IndieWire