“Gendarme nacional: la profesión del futuro o no alimentes a las palomas ni a los turistas”
Fiel al desprecio francés y especialmente parisino hacia los turistas y especialmente hacia los turistas americanos, Chomet inicia el cortometraje con una pequeña secuencia en donde una familia norteamericana tan obesa como abominable se saca fotos debajo de la Torre Eiffel mientras un gendarme esquelético hurga unos restos de palomitas que arroja el niño-vaca. El pobre gendarme francés tiene un empleo que no le da ni siquiera para comer, en su casa se las arregla con una mordida a un diminuto pez y un trago de vino. Hasta que un día paseando por un parque abandonado ve a una anciana que alimenta a una bandada de palomas obesas con pastelillos. El gendarme, desesperado, toma una paloma, la despluma y no, no se la come, sino que se fabrica un disfraz de paloma para que la abuela lo alimente. Pero la buena viejecilla no es lo que parece ser.
El director Sylvain Chomet (Las trillizas de Belleville, 2003), con una visión cinematográfica de inspiración claramente europea, es actualmente uno de los grandes creadores en el terreno de la animación. Este año está nominado al Oscar por su película L’ Illusioniste (2010).
DTB