Lee aquí la reseña de Blancanieves.
Hasta antes esta producción española, el clásico de los hermanos Grimm olía, sobre todo, a Disney. En blanco y negro, y muda, Pablo Berger ha sabido recuperar el terror y la maldad, pero también la inocencia del original, con una adaptación andaluza de la historia sobre una niña huérfana de blanco cutis y oscuros cabellos, protegida por un séquito de enanos y maltratada por su vanidosa madrastra. Aquí, la liga de Blancanieves a la vida es, antes que el mágico amor, la sangre, que siempre llama, y que le da un talento en la vida: el ser una de las mejores toreras de la historia. Berger construye esta inherente afición entre bailes, deseos frustrados, pérdidas, recuerdos, oníricas visiones, audaces transiciones, reveladores close-ups y fluidas coreografías, en un formato aparentemente inadecuado para los matices. Afortunadamente para los espectadores el ‘para siempre’ del punto final, no tiene nada que ver con los príncipes azules que pueblan los sueños de las niñas y adultas, amantes de las ‘princesas’.
SOR (@SofOchoa)
Consulta los horarios en: Cine Tonalá, CINETECA NACIONAL