En los territorios de Seattle que antes fueron del grunge, y desde ya hace un buen tiempo son los dominios de Microsoft, viven Bernadette (Cate Blanchett), su esposo, Elgie (Billy Crudup), y su hija adolescente, Bee (Emma Nelson). Habitan una mansión -que se encuentra en la zona donde viven los ricos de la ciudad, la mayoría involucrados de una u otra forma con la empresa que fundó Bill Gates, aunque también por ahí se codea con ellos un miembro de Pearl Jam, aparentemente- enorme, bellísima, aunque que parece como si casi estuviera abandonada, pero con buen gusto. Elgie hace bastante dinero gracias a un programa que desarrolló, le vendió a Microsoft y les trabaja internamente*; Bee asiste como cualquier jovencita, perfectamente integrada, a la secundaria local de su barrio; y Bernadette, eh, pues Bernadette parece una misántropa consagrada, que evita a toda costa relacionarse con cualquier otro ser humano que no forme parte de su reducida familia y se resiste a ser parte de “las banalidades de la vida”, no mueve un dedo en su casa y pasa buena parte de su tiempo dictando órdenes a través de su teléfono inteligente a una asistente remota, que ni siquiera conoce personalmente. A Bernadette, es evidente, la realidad le pesa y para soportarla requiere estar aislada, alimentada solo del amor de su hija, la tolerancia de su marido y, en últimas fechas, la ingesta de una variada colección de pastillas antidepresivas; parece que a él cada vez le implica más esfuerzo el sobrellevar la relación. No fue siempre así, Elgie en versión joven y prematuramente exitoso se enamoró en Los Angeles de una mujer hermosa que, además, no solo era brillante sino considerada un nuevo genio de la arquitectura. Ella comenzó su carrera con formidables proyectos que le atrajeron fama, admiración y dinero en idéntica medida…hasta que uno de esos planes, uno particularmente desafiante y estimulante para ella, se frustró a medio camino. La decisión familiar de irse a vivir a Seattle para proseguir la carrera de Elgie en un primer momento pareció el plan perfecto para escapar del doloroso traspié profesional, pero pronto se convirtió, también, en su declive personal. El talento, visión, empuje y seguridad de Bernadette se transformaron en decepción, amargura, rabia y un filoso humor de esos que se convierten en armadura. Aun así, día tras día se las va ingeniando para sobrellevar su existencia hasta que, en simultáneo, ocurre un desastre en casa de una vecina (y figura influyente en el colegio de la hija), consecuencia de una acto imprudente de Bernadette y es buscada por el FBI debido a una enredada colección de situaciones que involucran a la mafia rusa, a través de la asistente virtual en quien todo confía. Elgie decide, por fin, enfrentar la situación y aceptar que su mujer tiene problemas mentales. La solución, parece, consistirá en internarla en una clínica donde reciba la ayuda que necesita y, por supuesto, suspender el viaje a la Antártida que le habían prometido hacer a Bee, como premio por su desempeño escolar y como pretexto para intensificar la agrietada unión familiar.
Fecha de estreno en México: 4 de octubre, 2019.