La vida de Paul Raymond(Steve Coogan), el hombre conocido como "El Rey del Soho” que amasó su fortuna vendiendo sexo a la Gran Bretaña a través de clubs de striptease y revistas de contenido softporn como Men Only, es narrada por Michael Winterbottom fluidamente pero con sentimentalismo y poco contexto. Su ascenso se muestra inexorable: es un hombre de espíritu empresarial y sensacionalista, que con firmeza siempre busca la mayor rentabilidad de sus espéctaculos y con quien –a medida que su saldo bancario y propiedades se hinchan– vemos el crecimiento del gusto del público por el porno cada vez más explícito. The Look of Love es también, la historia de su hija, Debbie Raymond (Imogen Poots), una muchacha que forzadamente busca seguir los pasos de su padre pero termina sumergiéndose en su sórdido mundo de cocaína, champán y frustración.
Como la mayoría de las películas de Winterbottom, The Look of Love se queda en la superficie. Ésta es una superficie glamurosa, entretenida, musical (tienes que checar el soundtrack), con el magnífico Soho de Londres como escenario principal, y un hombre monstruoso en toda la extensión de la palabra en el centro (con las mujeres, con los negocios, el dinero, sus empleados, con sus amores y con sus hijos, con su propio pasado). Y aunque las preguntas difíciles están repasadas (su relación con su primer hijo, a quien conoce cuando el pequeño ya es adulto; la separación de su esposa de su hija; el haber sido abandonado por su amor; todo su pasado; pasajes importantes en la vida de Debbie, como la separación de su esposo; su necesidad de presumir), ninguna es abordada con el riesgo y la valentía que un hombre del poder de Raymond ameritaba. A las montañas de cocaína, las hordas de strippers y a su avasallante éxito les hace falta tensión dramática, por lo que conforme el relato avanza éste es cada vez más episódico y así, cuando llega el drama lo hace convertido, más bien, en superficial tragedia.
JAR (@franzkie_)