Las posibilidades ante la confección de un nuevo túnel que conecta los territorios de Dinamarca y Alemania son promisorias. Sin embargo, este avance inevitablemente está vinculado con grandes pérdidas, porque varios edificios antiguos tienen que ceder para dejar espacio para la construcción. Dara (Lisa Loven Kongsli) es “capturarlos”; debe documentar los lugares y las historias antes de que sean removidos, arrasados y olvidados. La mujer de treinta y tantos años conoce a Lucek (Jakub Gierszał), un joven polaco que trabaja en la construcción y pronto comienzan una relación muy cercana. No obstante, el enamoramiento y la posibilidad de un compromiso pleno no serán una situación tan fácil.
El título del filme podría ser un poco engañoso. Giraffe, que sugiere un documental sobre la vida de las jirafas en sus ecosistemas, es más bien un cuento de hadas posmoderno sobre la fugacidad de los lugares y de las relaciones humanas, que toma como inspiración un evento real, a saber, la inminente construcción del túnel bajo el Mar Báltico para conectar dos países. Apoyándose en la ficción y el documental, la directora Anna Sofie Hartmann inaugura su filme con ese animal de cuello largo que mira al mundo en lo alto. Y, a lo largo de la película, ese punto de vista de la jirafa vuelve a manifestarse para observar a la gente correr desde la distancia, en sus prisas cotidianas, todos de alguna manera ocupados con algo que hacer. Esto a menudo le da al filme una nota ligeramente melancólica, provocada por la sensación de fugacidad y pérdida; sabiendo que nada durará, ni los edificios, ni el romance entre Dara y Lucek, incluso el ferry se convierte en un símbolo de un mundo pasado. Si bien esta confrontación con el pasado y el cambio en el presente son los temas predominantes, Hartmann encuentra una serie de otros complejos pensamientos que entrelaza con la preocupación central, pero sin profundizar en el tratamiento: las diferencias de edad en las relaciones amorosas, el trato de los inmigrantes y los trabajadores de la construcción, las imposiciones sociales a partir de las diferencias de clase en el contexto europeo. El resultado es un drama fragmentario que es una especie de corte transversal sin querer ser integral; un ensayo cinematográfico sobre cómo en la posmodernidad todo lo sólido y todas las certezas, de un momento a otro, se desvanecen.
Disponible en MUBI durante 30 días a partir del 6 de agosto de 2020
Como parte de nuestro 10º aniversario, en alianza con MUBI, te ofrecemos 30 días gratis