Mavis y Jonathan se casan. Ella se embaraza. Y pronto nace Dennis. Drácula está vuelto loco de amor, y Mavis, algo confundida. Quiere educar a su hijo de la mejor manera pero no sabe si hacerlo como monstruo o como humano. Opta por sobreprotegerlo, lo que irrita a Drácula y lo obliga a tomar cartas en el asunto, pues está dispuesto a lo que sea para asegurar que el pequeño vástago continúe con su colmilludo linaje. Aunque esto no dependa totalmente de él.
Adam Sandler, quien el Hotel Transylvania solo interpretaba la voz de Drácula, en esta secuela se lleva el crédito de coguionista, al lado de Robert Smigel, quien también participó en el filme anterior. La historia que se cuenta es sencilla y bien pulida. No requiere de antecedentes para funcionar por sí sola. Cumple con hacer reír a los padres y darle una lección positiva de aceptación dentro de la familia a los niños. Y, claro, de entretenerlos con una historia de fórmula cuya originalidad radica en la manera en la que los personajes están delineados, tanto a través de sus actitudes, comportamientos y obsesiones, como de sus características físicas, apuntadas por una animación de calidad, cuidadosa en la elaboración de texturas: el pelo chino y rojo de Dennis, el cuerpo gelatinoso y transparente de uno de los monstruos, las vendas de la momia, las puntadas de Frankenstein.
Fecha de estreno en México: 25 de septiembre, 2015.