En 1956, Ruth Bader Ginsburg (Felicity Jones se convierte en una de las nueve mujeres inscritas en la Facultad de Derecho de Harvard. Esta situación le provoca un profundo disgusto al decano Griswold (Sam Waterston), quien busca despedir a todas las mujeres del campus, colocando a Ruth en una posición donde se ve obligada a demostrar su valía. Incluso cuando su esposo Martin (Armie Hammer), un compañero de estudios de Harvard, se enfrenta a una emergencia médica, Ruth los mantiene en el buen camino para obtener sus respectivos títulos universitarios, mientras que al mismo tiempo ayuda a cuidar a su pequeña hija. Cuando transitan los primeros años de la década de los 70, Ruth trabaja como profesora en la Facultad de Derecho de Rutgers preocupándose en enseñar temas vinculados a la ley y el género, pero se siente frustrada por no poder desempeñar un papel más activo en la lucha contra el sexismo. Sin embargo, cuando Martin le presenta lo que a simple vista parece ser un caso sin complicaciones que involucra impuestos, Ruth se da cuenta de que una victoria aquí podría sentar un precedente en contra de más de un siglo de discriminación basada en el género. Decidida a tomar el caso, Ruth se une con Martin y el director legal de ACLU, Mel Wulf (Justin Theroux), para lograr un cambio significativo en un caso que pocos esperan que gane.
La voz de la igualdad (On the Basis of Sex, 2018), drama biográfico sobre la vida de la innovadora abogada convertida en jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg, es menos revolucionaria que la figura histórica; es más convincente como una lección de historia que como una ficción narrativa. Si bien es cierto que la directora Mimi Leder captura el espíritu de Ginsburg desde el principio, están lejos de elaborar un discurso intrépido y audaz sobre el sexismo desenfrenado y la frustración profesional. Al contrario, el guionista Daniel Stiepleman dibuja situaciones caricaturescas para darle a Ruth el impulso preciso de indignación que necesita para avanzar al siguiente nivel de sus planes legales de batalla. A ello se suman los gruñidos y las quejas de los hombres blancos en una especie de viaje bizantino hacia el sistema judicial, con Griswold y sus amigos sentados en una habitación llena de humo, pensando en formas de destruir a Ruth, como si fueran villanos que enfrentarán a James Bond. Si bien es cierto que La voz de la igualdad aborda los temas de discriminación basada tanto en el género como en la raza arraigada en el sistema legal de los EE. UU., pasa por alto el examen de cómo se pueden interrelacionar los dos y se centra mucho más en el primero que en el segundo. Aun así, la película tiene un mensaje significativo, es decir, no es suficiente que las actitudes culturales cambien si los valores legales e institucionales no evolucionan para reflejarlos.
Fecha de estreno en México: 5 de abril, 2019.