Lee aquí nuestra reseña de Ladrones de la fama.
Sofia Coppola (Lost in Translation, 2003) recurre nuevamente a su obsesión con la fama a través de la extraña historia –basada en un reportaje de la Vanity Fair– sobre un grupo de adolescentes de la escuela Indian Hills en Los Ángeles que durante más de un año entraron a las casas de distintas celebridades como Paris Hilton, Miranda Kerr y Linsay Lohan y robaron más de tres millones de dólares en ropa, zapatos, efectivo y joyas. Coppola despliega con suaves atmósferas y frívola indulgencia, una esfera de jóvenes solitarios, aparentemente abandonados por sus padres, que le rinde pleitesía al dinero y al reconocimiento público, y que parecen levitar con la misma levedad entre sus deseos de fama y sus crímenes.
En la vida real, los crímenes de estos jóvenes se dieron a conocer a través de los videos que captaron las cámaras de seguridad de las estrellas y que dieron a conocer públicamente para encontrar a los responsables. Una de ellas, Paris Hilton, prestó su casa para el rodaje de la película y, al ver los cojines con su rostro y las paredes con portadas de revistas protaganizadas por ella, no es difícil saber por qué.
SOR (@SofOchoa)