Fletcher (Hugh Grant) es un periodista sensacionalista y ambicioso que trabaja para un tabloide británico que posee información que será útil para Raymond (Charlie Hunnam), uno de los empleados de mayor confianza de Mickey (Matthew McConaughey), quien dirige un imperio de drogas con su esposa, Rosalind (Michelle Dockery). Ansioso por recaudar una fortuna por su conocimiento, Fletcher busca chantajear a Raymond compartiéndole información sobre cómo Mickey negocia con Matthew (Jeremy Strong), un excéntrico millonario dispuesto a comprar el negocio de marihuana de 400 millones de dólares. El problema es Dry Eye (Henry Golding), un mafioso chino en ascenso que se entromete en el negocio, mientras que el entrenador de un gimnasio (Colin Farrell) descubre que sus pupilos se han infiltrado en una de las guaridas de hierba de Mickey para hacer un video de rap. Fletcher ha sido testigo de este desastre desde lejos, tratando de inspirar a Raymond a comprar su silencio, pero el gánster no está impresionado, sólo le permite al periodista entretejer los hechos y la ficción con la intención de reunir el tiempo suficiente para evitar el desmoronamiento de las propiedades de Mickey.

Han transcurrido varios años desde que Guy Ritchie dirigió algo propiamente suyo. El cineasta británico pasó la última década persiguiendo éxitos de taquilla (The Man from UNCLE, 2015; King Arthur: Legend of the Sword, 2017; Aladdin, 2019), tratando de convertirse en un megadirector adorado por los más importantes estudios, pero sin convencer al público y a la crítica. Ritchie vuelve a sus orígenes con Los caballeros (The Gentlemen, 2019), un filme que examina la conducta criminal y las dinámicas de intimidación de una comunidad de narcotraficantes, mafiosos, maleantes y periodistas. En consonancia con Lock, Stock and Two Smoking Barrels (1998) y Snatch (2000), el más reciente trabajo de Ritchie, sobre un expatriado estadounidense en Londres convertido en el rey de la marihuana que está buscando salir del negocio, ofrece una inteligente combinación de humor y acción que, si bien no representa una apuesta creativa y arriesgada, es una evolución convincente del violento e hipercinético estilo que había experimentado por última ocasión en RocknRolla (2008). Aunque algunos toques de misterio y drama son entretejidos con ritmo y entusiasmo, la película también está plagada de clichés anticuados y maniqueos. Gran parte de la caracterización de Dry Eye y del otro líder de criminales asiáticos, Lord George (Tom Wu), pinta a ambos como los señores del crimen rival moralmente inferiores de Mickey. Donde Mickey sólo trata con el producto no mortal de la marihuana, Lord George trata con cocaína, heroína y tráfico de personas. Y donde Mickey es sofisticado, se mueve en medio de la nobleza londinense, Dry Eye es impetuoso y vulgar, y en un momento, intenta violar a uno de los personajes femeninos, porque aparentemente es 2020 y los cineastas todavía usan la violación como la estrategia más perezosa de decirle al público que un personaje masculino es malo.

Fecha de estreno en México: 14 de febrero, 2020.