Raquel Vidal (Nicolasa Ortiz Monasterio) es una estudiante de tercer semestre de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se ha ofrecido como voluntaria en los Juegos Olímpicos de ese año, 1968. Mientras ella, su madre (Tiaré Scanda) y su hermana (Valentina Buzzurro) ven una película en el cine, el gerente les pide que abandonen la sala debido a que un grupo de estudiantes marcharán por la zona en unos momentos. Raquel observa a los jóvenes manifestándose y toma la decisión de unirse a ellos en los próximos eventos. La estudiante comienza a participar en las reuniones, moderadas por Tarcisio (Diego Cataño), un compañero que busca organizar al grupo para que realicen colectas y repartan volantes con información sobre los presos políticos que el presidente Gustavo Díaz Ordaz mantiene en Lecumberri. Raquel desea participar en uno de los mítines que ocurren en las islas de la universidad, así que consulta con su amigo Rodolfo (Luis Curiel) si lo que tiene planeado decir suena bien. Rodolfo es un estudiante de arquitectura que adquirió un gusto por filmar después de usar su tiempo libre no para filmar esculturas, sino para observar lo que sucede en las calles. En una marcha conoce a Hernán (Daniel Mandoki), un estudiante del Instituto Politécnico Nacional que ha tomado fotografías del movimiento. Los cuatro estudiantes –Raquel, Tarcisio, Rodolfo y Hernán- se encuentran presentes el día en que la UNAM es tomada por el ejército, momento que definirá lo que harán los siguientes días.
A 50 años de los eventos sucedidos en 1968, Olimpia brinda una fresca perspectiva de los hechos. El filme se dedica a relatar los días previos a lo ocurrido el 2 de octubre, por lo que los mítines, las marchas y el compromiso de una generación de estudiantes, son los temas que integran a la película. El director José Manuel Cravioto usa la rotoscopia para contar algunos relatos basados en personajes reales; por ahí se asoma la historia de la poeta uruguaya Alcira Soust Scaffo –cuyas memorias habían sido rescatadas anteriormente por Roberto Bolaño en Los Detectives Salvajes- y se recuperan las imágenes de El grito de Leobardo López Arretche. Si bien la rotoscopia consigue darle un elemento innovador al filme, se convierte en un arma de dos filos cuando en ciertas escenas la animación se pierde -en una de las reuniones, observamos a Tarcisio hablar, pero al fondo, los personajes secundarios carecen de movimiento y es posible observar la inercia por varios instantes.
Fecha de estreno en México: 27 de septiembre, 2019.