En un futuro muy cercano, un científico noruego (Rolf Lassgård) descubre un método para reducir la materia orgánica y, en un intento declarado de resolver los problemas de sobrepoblación y disminución de recursos del planeta, el 3% de los seres humanos del mundo han optado por someterse a un proceso llamado ‘downsizing’ (reducción de tamaño), en el que sus cuerpos se reducen a alturas de 15 centímetros. Luego se mudan a pequeñas comunidades especiales donde, además de colaborar con la salvación del planeta, los residentes se sienten atraídos por la promesa de vivir como millonarios en los estados de retiro suburbano. Tamaños físicos contraídos equivalen a cuentas bancarias ampliadas porque un solo dólar equivale a 1,000 en este nuevo mundo. Paul Safranek (Matt Damon), un hombre de buen corazón, pero con muchos problemas económicos, decide -en compañía de su esposa, Audrey (Kristen Wiig)- invertir sus ahorros para someterse al ‘downsizing’ y mudarse al paraíso de Leisure Land. Sin embargo, Paul descubre la parte oscura de su nuevo estilo de vida; se percata que los problemas financieros y las enfermedades también existen en el pequeño mundo.
Con ideas densas y cautivadoras, Downsizing (2017) es un filme cuyas ambiciones conceptuales sobredimensionadas superan sus logros narrativos y visuales. Los elementos de la historia conjugan la ciencia ficción, una dosis de realismo mágico (que pareciera ser extraído de la mente de Charlie Kaufman), el tono de comedia y las pinceladas de drama para crear una trayectoria que se tambalea en diferentes rumbos, pero también impide a los espectadores predecir fácilmente en qué dirección seguirá la narración. El guionista y director Alexander Payne y su habitual compañero de escritura, Jim Taylor, apuntan a una historia más expansiva que en sus proyectos anteriores como Election (1999) y About Schmidt (2002). El director evita el suave realismo social de Sideways (2004) y Nebraska (2013) por algo mucho más subversivo, mordaz y político. La solución a los problemas del mundo no se puede resolver retirándose a un enclave protegido, jugando al tenis, viviendo en mansiones, comprando diamantes y conduciendo lujosos carros. Una vez que Paul se da cuenta de lo ingenuo que fue, los guionistas lanzan una serie de comentarios severos, frenéticos y pesimistas sobre la exclusión social, el deterioro del medio ambiente y el uso ético de la ciencia. Los habitantes marginados de Leisureland viven en bloques de apartamentos en un recinto fuera de las murallas de la ciudad, donde -la mayoría de ellos latinos y asiáticos- ven telenovelas en un iPad del tamaño de una casa. La imagen del autobús que sale de los límites de la ciudad a través de una grieta en la pared al pequeño espacio desprotegido afuera es quizás una de las metáforas visuales más potentes de Downsizing. En este nuevo escenario, el corazón de la película recae en Ngoc Lan (Hong Chau), una refugiada vietnamita que ofrece un contrapunto valiente, quizás insensible a las sensibilidades de Paul, quien comienza a ayudarla en sus obras de caridad, encontrando la felicidad no en la gran idea de Leisureland, sino en sus más pequeñas grietas.
Fecha de estreno en México: 19 de enero, 2018.