Martina (Olinka Velázquez) y Lupita (Gina Vargas) son trabajadoras domésticas en la casa de Marcela (Érika de la Rosa), quien suele tratarlas con demasiado despotismo. Ellas desean ir a su pueblo para la boda de una prima, pero Marcela les niega el permiso. De esta forma, Martina y Lupita deciden escaparse, con ropa robada a su jefa, más que por la boda, para que Martina pueda encontrarse con su novio Pepe (Víctor García).
En su intento por acoplar diversas canciones de Juan Gabriel a la trama, estas no conviven con la historia que se intenta narrar y en ocasiones parecen colocadas de una manera azarosa. Qué le dijiste a Dios muestra un retrato burdo de la sociedad mexicana, en el que los personajes acartonados se adhieren a una serie de lugares comunes, o prototipos, del rico y el pobre. La trama, desarrollada en escenarios demasiado pintorescos, no se sustenta, a pesar de los giros dramatizados y sensacionalistas. Lo único que podría valer la pena son las coreografías y las interpretaciones de la música de Juan Gabriel.
AS(@albertosandel)