Fort Collins, Colorado, 1971
Aquí puedes ver nuestra Entrevista con Everardo González (Cuates de Australia)
Entrevista y cámara. Alfonso Flores-Durón (@SirPon)
Edición: Sofía Ochoa (@SofOchoa)
La libertad del diablo, el sexto largometraje documental de Everardo González, es una continuación de los temas, motivos y formas que ha explorado en sus trabajos previos. Solo por encima: los códigos de los criminales (Los ladrones viejos), los primeros brotes del narcotráfico en Centroamérica ( El cielo abierto), una historia coral de un pueblo que hace parte de su calendario el huir de la muerte (Cuates de Australia), la tragedia del luto a raíz del narcocrimen (El paso). En retrospectiva, pareciera que Everardo se hubiera preparado para acometer esta faena. Y no es que sus trabajos anteriores fueran menores, pero simplemente no había tenido que convivir con el diablo de forma tan íntima antes, y todo lo que conlleva…
La libertad del diablo brinda un retrato emocional de los efectos de la extrema violencia que ha desatado el narcotráfico en México, en familiares de víctimas, “desaparecidos”, militares, autodefensas y sicarios. Al sencillo formato de talking heads lo pule y estiliza: todos los personajes llevan máscaras de quemados que ocultan sus rostros pero resaltan la mirada, y aunque sea un cliché nos queda muy claro que, en efecto, la mirada es la ventana del alma. La elegante y lúgubre fotografía de María Secco enmarca la atmósfera solemne, propia del trance que es el luto, aunque aquí el luto parece que podría extenderse a perpetuidad.
Al pasar como espectador por la experiencia de ver este filme, es imposible salir sin preguntas. En EnFilme pudimos hacerle algunas al director, como cuál fue la génesis del proyecto, cuáles son para él las causas de esta violencia tan extendida, hay o no esperanza para México, ¿está Dios ausente?
Entrevista realizada durante Ambulante 2017.
Puedes verla en la Ciudad de México del 24 de marzo al 6 de abril.
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