Hace 100 años, A Daughter of the Gods (Una hija de los dioses, 1916), película perteneciente al cine silente que fue escrita y dirigida por Herbert Brenon, desató la polémica debido a las secuencias de lo que se consideraba una “superflua desnudez” del personaje de Anitia, interpretado por Annette Kellerman (1887-1975), una talentosa deportista australiana perteneciente al equipo de natación considerada como la inventora del nado sincronizado luego de sus presentaciones de 1907. Ella se convirtió en la primera persona en aparecer desnuda en una película de Hollywood.
A Daughter of the Gods se centra en Anitia, una mujer que busca la ayuda de los habitantes de una tierra de gnomos para luchar en contra de los enemigos de un apuesto príncipe del que se termina enamorando. En una de las escenas, Kellerman aparece desnuda y sentada en la rama de un árbol, sus brazos extendidos, pero sus senos no se ven debido a que están cubiertos por su largo cabello.
Cuando la película fue estrena en Australia, país de origen de la actriz protagónica, la revista cultural The Green Room escribió que “todo aquel que no vea la película, se perderá uno de los más grandes eventos en la historia del país”. A pesar del éxito que tuvo en su época, ninguna copia sobrevivió el paso del tiempo.
Nacida en Marrickville, Sidney, el 6 de julio de 1887, Kellerman sufrió de raquitismo en su infancia y tomó clases de natación para fortalecer sus piernas. A los 13 años venció su enfermedad, y cuando tenía 15 ya había ganando su primera competencia. A principios del siglo XX, rompió varios records mundiales en natación y comenzó a explotar el potencial comercial de sus habilidades: la futura actriz montó shows en los que nadaba entre peces de un acuario y se lanzó en clavados en el Teatro Real de Melbourne. En 1905, se mudó a Reino Unido donde nadó 27 kilómetros en el río Támesis e intentó, sin éxito, convertirse en la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha que separa Inglaterra de Francia. Muy pronto se volvió una estrella del espectáculo de vaudeville, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, desarrollando un espectáculo de ballet acuático combinado con clavados. Su fama la llevó al cine y Kellerman comenzó a actuar en pequeñas producciones; en Neptune’s Daughter (1914), ella vistió un traje de color piel para sus escenas debajo del agua.
Después de su polémico desnudo en A Daughter of the Gods, la actriz sólo participó en cuatro largometrajes más, incluyendo National Red Cross Pageant (1917), Queen of the Sea (1918), What Women Love (1920) y Venus of the South Seas (1924). Además de incursionar en el cine y ser campeona de natación, Kellerman fue una de las pioneras del vaudeville y diseñadora de trajes de baño.
Angela Woollacott, investigadora y profesora de Historia de la Universidad Nacional de Australia, señala que:
Kellerman exhibió un cuerpo de mujer espectacular, activo y en forma, y llamó a otras mujeres a arrojar sus corsets y hacer ejercicio. Ella se vio a sí misma como una suerte de gurú del fitness, pero otros también la consideraron un ícono de la feminidad moderna.
En 1952, Mervyn LeRoy dirigió Million Dollar Mermaid, una película basada en la vida de Kellerman, que fue interpretada por Esther Williams. La actriz australiana murió en 1975, a los 88 años.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: BBC, The Guardian, Women Film Pioneers Project