En su película The Departed (2006), Martin Scorsese presenta un conflicto entre el policía moral convencional de Martin Sheen y el gánster amoral de Jack Nicholson, cada uno de los cuales tiene a su propio informante trabajando de forma encubierta en el otro lado. Frank Costello (Nicholson) encuentra a su protegido, Sullivan (Matt Damon), en la iglesia, y él le dice que se arrodille ante nadie. Lo alienta a unirse a la policía y ser su informante. Por otro lado, el personaje de Leonardo DiCaprio, Billy Costigan, niega a su padre criminal y quiere unirse a la policía. Su jefe le dice que puede probar su convicción moral al unirse a la pandilla de Frank Costello y proporcionar información a la policía.
La historia ilustra la afirmación de Friedrich Nietzsche de que todo lo que vive busca expresar su fuerza. Esta es la doctrina de Nietzsche sobre la voluntad de poder, que él considera la realidad oculta bajo la máscara de nuestras nociones convencionales de bien y mal.
Costello rechaza cualquier restricción moral. Está satisfecho con los placeres que el dinero compra, pero por lo demás muestra un completo nihilismo. En nuestra vida cotidiana estamos obligados por las convenciones sociales y esclavizados a la máquina de trabajo, por lo que es tentador admirar al gánster de Nicholson "diciéndolo como es". A él le encanta atacar a los sacerdotes como hipócritas moralizadores, y cuando le dice a Costigan: “Todos estamos saliendo. Actúe en consecuencia”, está ofreciendo una opción entre “actuar” en el sentido de ponerse una máscara piadosa de moralidad, o simplemente “actuar como nos plazca”.
Nietzsche anunció la muerte de Dios, lo que implicó que, en nuestra era científica, la certeza moral se había desvanecido, lo que nos dejó en la búsqueda de un hedonismo plebeyo. Pero Dios no es el único difunto. Para Nietzsche, todos estamos saliendo, porque el placer y el alivio del sufrimiento provocan la muerte de cierto tipo de espíritu. Por lo tanto, habría una mayor ambigüedad en el mandato de Costello de “actuar en consecuencia”, porque el nuevo filósofo del futuro, el “superhombre” de Nietzschean (übermensch) reconocería esto como un mandato para resolver “el por qué y dónde de la humanidad”. El superhombre tiene la responsabilidad de reavivar un conjunto noble de virtudes humanas que también se están extinguiendo.
Trad. EnFilme
Fuente: Renegade Cut, Philosophy Now