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Siendo el director vivo con mayor edad de la Nueva Ola Francesa, Jean-Luc Godard se ha convertido en una especie de oráculo para los nuevos cineastas y jóvenes autores de cine. Pese a haber cumplido 89 años el pasado diciembre, se mantiene siendo en muchos sentidos lo que el estudioso del cine, David Bordwell, no hace mucho llamó “el realizador de cine más joven trabajando en la actualidad”. Cuando Godard empezó a trabajar en el cine, hace apenas 65 años, no le llevó mucho tiempo hacerse de un nombre rompiendo las reglas. Desde entonces, se ha ahorrado toda tentación de complacencia al continuar repensando, desde los niveles más fundamentales, no sólo lo que significa el cine, sino la naturaleza de la imágenes, sonidos y las palabras mismas. E intenta seguir su línea de pensamiento a través de cualquier medio posible, incluyendo, como lo demostró hace unos días durante la conversación acerca de “las imágenes en los tiempos del coronavirus”, el uso de Instagram Live.
Esta modalidad, como lo puede apreciar un realizador de cine como Godard, le va bien a la sustancia. Ningún recinto podría ser más adecuado para el momento que Instagram Live, como ha sido demostrado por intérpretes de todo tipo que han decidido realizar transmisiones en vivo desde sus propias casas, en medio de esta pandemia global. Pero mientras muchas de estas figuras han tomado la ocasión para ayudar a que las mentes de sus seguidores se alejen del pensamiento del coronavirus, Godard y su entrevistador, Lionel Baier (cabeza del departamento de cine en la Universidad de Arte y Diseño ECAL de Lausana, Suiza) lo usaron como punto de partida. Lo que inicia como una charla acerca de los hábito de Godard respecto a cómo es que ve y revisa las noticias, se convierte en una conversación que viaja alrededor de temas con el quehacer cinematográfico, la escritura, la pintura, la filosofía, la ciencia, la medicina, las leyes y el lenguaje. “No creo en el lenguaje”, dice Godard en uno de sus característicos pronunciamientos. “Lo que necesita modificarse es el alfabeto. Existen muchas letras y deberíamos eliminar muchas de ellas.”
Quizá no suene sorprendente viniendo de un director cuya filmografía más reciente incluye una obra titulada Adiós al lenguaje. Pero ya sea habladas o filmadas, las ideas de Godard en este tema reflejan su propia experiencia: confiesa que a veces pierde la memoria respecto al nombre de ciertas frutas o vegetales, por lo que ha desarrollado un método visual para recordarlas en su lista del súper. Historias cotidianas como ésa surgen simultáneas a referencias sobre una amplia gama de artistas, científicos, filósofos y “aventureros”, especialmente en la historia del mundo francófono. En más de una oportunidad surge el nombre de Nicéphore Niépce, el inventor del siglo XIX responsable de la primera fotografía jamás tomada y protagonista de uno de los proyectos en los que actualmente trabaja Godard.
“En el próximo filme que realizaré, pregunto qué es lo que Niépce creyó que estaba haciendo o cuáles eran sus intenciones cuando él simplemente intentaba copiar la realidad”, explica Godard. A lo largo de sus décadas como cineasta, claramente Godard ha venido repitiendo una y otra vez la misma pregunta acerca de sí mismo: ¿al hacer filmes está él intentando “copiar la realidad” o hacer algo más interesante? Afortunadamente para el cine, parece que siempre ha optado por la segunda opción, desde aquellos días de la Nueva Ola con sus compatriotas François Truffaut, Jacques Rivette, Claude Chabrol y Éric Rohmer, todos quienes aparecen en sus reminicencias por aquí. ¿Será tema de alguno de sus filmes el COVID-19? “Tendrá una influencia, pero no directamente”, respondió. “Se tendrá que hablar del virus, definitivamente, una o dos veces. Con todo lo que acarrea, el virus es una forma de comunicación. No significa que moriremos todos por ello, pero quizá tampoco viviremos del todo bien debido a él”.
Trad. EF
Fuente: Open Culture