¿Alguna vez has notado que muchas películas apuntan al consumismo? Esto es un tanto irónico, ya que la propia industria cinematográfica realmente depende del consumismo. Pero el cine parece preocuparse específicamente cuando el consumismo va demasiado lejos, cuando nos obsesionamos y empezamos a definirnos por las cosas que compramos. Las películas como Fight Club (1999), de David Fincher, se apresuran a llamarnos directamente a nosotros por tal comportamiento, yendo tan lejos para que Brad Pitt mire directamente a la cámara y nos diga: “Usted no es el contenido de su billetera”. Otras películas lo hacen un poco más sutil. Dawn of the Dead (1978), de George A. Romero, por ejemplo, es una clásica película de terror de zombis. Pero, ¿qué representan estas criaturas? Bueno, una mirada a la mafia no muerta vagando sin pensar en un centro comercial debería darte una pista en un momento. Las películas nos necesitan para consumir, pero están más que dispuestos a emitir una advertencia sobre el exceso y la manipulación tal como lo destaca Jacob T. Swinney en su videoensayo Cinema's Commentary on Consumerism.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor