Rayo McQueen está feliz de correr constantemente en los circuitos, ganar carreras y ser un campeón. Sin embargo, los logros y las certezas de su mundo se desvanecen cuando una nueva raza de corredores encabezados por el enigmático Jackson Storm entran a escena. Estos nuevos automóviles utilizan tecnología superior y cálculos matemáticos exactos para obtener velocidades máximas que difícilmente otros competidores pueden superar. Después de un accidente devastador, McQueen tiene la firme intención de regresar al circuito y volver a ser campeón, aunque sabe que, a pesar del duro entrenamiento y la dedicación, sus mejores días han pasado.

En 2006, Cars y su héroe, Rayo McQueen, se robaron los corazones de los espectadores –de todas las edades y regiones geográficas– convirtiendo a la franquicia en una de las más rentables en la historia de Pixar, principalmente debido a las altas ventas de la mercancía. El éxito comercial motivó a la compañía de animación a realizar Cars 2 (2011); aunque técnicamente deslumbrante, este ineficaz e infantil thriller de espionaje daba indicios de que muy pronto el universo de los automóviles parlantes llegaría a su fin. Sin embargo, siguiendo las estrategias nostálgicas de revivir el pasado, Pixar insiste en retomar la franquicia que los ahora adultos jóvenes alguna vez amaron. En su primera mitad, Cars 3 (2017) no ofrece nuevos conceptos y tampoco entrega algo que se sienta revitalizante, progresivo o revolucionario –ya sea en el relato o en su forma de presentación–, sin embargo, la película paulatinamente confecciona un giro hacia una atmósfera madura en donde las bromas y el humor exacerbado se sustituyen a favor de contar una historia sobre un personaje que lucha para mantenerse en pie (o en llantas). Con esta propuesta, el director Brian Free anima a la audiencia a sumergirse una vez más en la pista de carreras para presenciar los trucos ya conocidos, pero, eso sí, con una carrera perturbadora y emocionante al ver a un Rayo McQueen desgastado y con el anhelo de ser competitivo en la pista cuando enfrenta a Jackson. Hacia el último acto, el filme toma una dirección previsible y complaciente. Aún así el mensaje agradable que se transmite a la audiencia está en sintonía con la filosofía del estudio: la colaboración es la lección más importante que los personajes aprenden en el camino. En última instancia, Rayo McQueen reconoce que la tecnología  (representada en Storm) siempre mejorará y dejará atrás los viejos artefactos, pero aquello que lo hace un campeón es la voluntad de trabajar en conjunto y reconocer a aquellos que lo han apoyado a lo largo de su trayectoria. De alguna manera Pixar nos está diciendo que ellos son mejores cada día no porque utilicen la más avanzada tecnología, sino porque siempre están dispuestos a trabajar en equipo.

Fecha de estreno en México: 16 de junio, 2017.

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