Agne (Reine Brynolfsson), un hombre que vive en una zona rural de Suecia, trabaja ardua e incesantemente para hacer que la granja funcione. La presión aumenta cuando el propietario quiere modernizarse y amenaza con rescindir el contrato. La familia de Agne ha usado la granja por generaciones y él espera que su hijo mayor, Klas (Jacob Nordström), se haga cargo de ella. Sin embargo, el joven, que dedica sus días a la observación atenta de las aves y acaba de descubrir el primer amor en Veronika (Saga Samuelsson), no está para nada interesado en un futuro como granjero, pero tampoco desea decepcionar a su familia, y menos al hombre que parece haber tenido suficiente de la cruel y lacerante realidad. La vida de Agne se define por la repetición; agrietado por el duro trabajo de toda una vida, la fortaleza física y el equilibrio mental empiezan a resquebrajarse lentamente. La única manera que encuentra para soportar sus deberes y obligaciones es mediante ocasionales erupciones autodestructivas nocturnas y secretas. Por su parte, Klas teme que el descontrol de su padre los conduzca a una espiral de rencor y violencia sin salida.
En Cuervos (Korparna, 2017) -su primer largometraje de ficción-, el periodista, fotógrafo y cineasta sueco, Jens Assur, retoma con sutiles variaciones la novela homónima de Tomas Bannerhed para confeccionar un relato sobre el crecimiento, la madurez y la responsabilidad adulta ambientado en terrenos rocosos, tanto geográficos como psicológicos. Cuervos es una meditación -que fluye a un ritmo pausado y semilento- sobre los desafíos de la vida agrícola, además de ser una inquietante exposición psicológica de cómo es luchar con una vocación no elegida. El director dedica la primera parte de Cuervos a la realidad cotidiana de la vida en una granja; con pocos diálogos durante gran parte de su tramo de apertura, el filme explora el arduo trabajo que implica mantener una tierra aparentemente productiva. Posteriormente, Assur hace un trabajo efectivo para desarrollar la inestable dinámica entre los personajes y los paisajes; los encuadres y las tomas recuerdan los aspectos bucólicos de las obras de Ansel Adams, mientras que las angustias existenciales de los personajes son un guiño a la solemnidad de Ingmar Bergman. Cada secuencia -poblada o no por personajes- muestra la naturaleza moviéndose, respirando y ondulando con su propia emoción; la quietud de la cámara contrasta con la aspereza retratada de la vida rural, un estrés abrumador que Agne no puede controlar y que amenaza con mantener a Klas en un sistema cíclico que, como el trabajo agrícola, se repite cada temporada.
Fecha de estreno en México: 10 de agosto, 2018.
Consulta horarios en: Cineteca Nacional