Selene (Kate Beckinsale), una guerrera de élite perteneciente a la facción de los vampiros, continúa participando en la eterna lucha que su especie sostiene en contra del clan de los licántropos –criaturas que pueden adoptar las apariencias de humano y de lobo– liderado por el impío Marius (Tobias Menzies). Sin embargo, ella también es acechada por un grupo de vampiros traidores que desean usar la sangre de ella y de su hija para crear una especie más fuerte.
Inframundo: Guerras de sangre (Underworld: Blood Wars, 2016), dirigido por la cineasta estadounidense de origen alemán, Anna Foerster, es la quinta entrega de la franquicia Underworld, en la que los vampiros y los hombres lobo han luchado en una guerra épica que ha durado siglos. Esta idea –colocar a dos especies monstruosas en una batalla– fue una propuesta atractiva en la primera película ya que aprovechó una serie de referencias a la literatura gótica y la historia de Licaón (descrita por Ovidio en Metamorfosis) para confeccionar una mitología donde el terror y la acción convivían de manera equilibrada. No obstante, las siguientes películas de la franquicia se han sumergido en una espiral de repeticiones al grado de que parece una recopilación de escenas eliminadas de las primeras entregas. El entorno hiperrealista y las batallas sangrientas estilizadas arropadas por tonalidades grises sugieren un espectáculo dinámico y ordenado. Por desgracia, esta implementación se desgasta muy rápidamente hasta desembocar en una película de acción básica y apática, que carece de estrategias narrativas para transmitir la sensación de dolor y angustia que padece la protagonista.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex
Fecha de estreno en México: 2 de diciembre, 2016.