Meg Murry (Storm Reid), una niña de 13 años, ha estado deprimida desde que su padre, un brillante astrofísico llamado Alex (Chris Pine), desapareció misteriosamente hace cuatro años. Impulsado a explorar las maravillas de la mente, que es la clave para abrir dimensiones alternativas, Alex dejó atrás a su familia, incluida su esposa Kate (Gugu Mbatha-Raw) y su hijo menor, Charles Wallace (Deric McCabe). Meg se siente como una extraña en cualquier lugar, pero su inteligencia e ingenio pronto se ponen en uso cuando los seres sobrenaturales Whatsit (Reese Witherspoon), Who (Mindy Kaling) y Which (Oprah Winfrey) llegan, ofreciendo apoyo para una misión de rescate para recuperar a Alex. Acompañado por Calvin (Levi Miller), un vecino, Meg y Charles Wallace usan el poder de un teseracto para doblar el espacio y el tiempo, entrando en un nuevo reino mágico amenazado por la entidad conocida como IT. Con valentía y coraje, Meg aprende a confiar en su espíritu e inteligencia, y también en los demás, embarcándose en un viaje de saltos dimensionales.

A Wrinkle in Time, la novela de Madeleine L'Engle, fue publicada hace poco más de cinco décadas, en 1962. En 2003, John Kent Harrison dirigió una adaptación para televisión que la autora detestó, pero cuando Disney anunció que volvería a dar vida a esta historia de fantasía prometió, al mismo tiempo, que las palabras intrincadas e inventivas de L'Engle por fin coincidirían con la creación de un producto digno para la gran pantalla. El guion de Jennifer Lee y Jeff Stockwell dedica tiempo suficiente en presentar a los personajes, pero es difícil concentrarse en estas personalidades, ya que hay mucho terreno narrativo para cubrir antes de que comience el fantástico viaje, encontrando a Calvin en la acción sin previo aviso, ya enamorado de Meg, y rápidamente introduciendo a Whatsit y Who, como vecinas estrafalarias. Para destacar la labor de la cineasta Ava DuVernay, el filme está inundado de imágenes de destreza imaginativa. El público joven sin duda quedará deslumbrado por los colores brillantes y las diversas creaciones CGI integradas de manera eficaz. Una vez que se plantea el viaje por el universo para encontrar a Alex, la imaginación de DuVernay para representar el teseracto es increíble; los mundos ondean, se doblan y caen mientras los aventureros se preparan para recorrer intrincados caminos y hallar sus numerosas salidas. Es este tipo de experiencia visual -con reminiscencias al cine abstracto experimental de Walther Ruttmann y Hans Richter- que promete llegar a otras dimensiones. Sin embargo, la majestuosidad de estas creaciones sólo busca seducir y complacer el ojo del espectador, y los dilemas de la aventura cosmológica quedan reducidos, si no es que opacados. Si bien es cierto que el material de origen posee ciertos tipos de teorías y temas complicados, el filme nunca hace un intento por volver a ofrecer esos pensamientos complejos en la luz comprensible y entretenida que el libro infantil si consiguió hace cincuenta años. 

Fecha de estreno en México: 29 de marzo, 2018.

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