Eduardo "Eddie" Deacon (Antonio Banderas), un excombatiente en la guerra de Iraq, necesita urgentemente un empleo para poder mantener a su familia. En su búsqueda, no le queda más que aceptar el trabajo como guardia de seguridad del centro comercial en un vecindario áspero. En su primera noche, una joven (Lillian Blankenship) toca desesperadamente la puerta en busca de un refugio seguro. Eddie la deja entrar y rápidamente se entera de que ella es un elemento clave para desenmascarar una despiadada banda de criminales liderados por el vicioso Charlie (Ben Kingsley). Sin armas y pocas posibilidades de sobrevivir, Eddie y los guardias deben preparar una defensa improvisada y esperar que puedan defenderse de las violentas olas de ataques que recibirán de mafiosos bien armados y entrenados que no se detendrán ante nada para matar o tomar a la chica.
El director Alain Desrochers y el guionista John Sullivan hacen un extraordinario trabajo para presentar al protagonista; él es un veterano experto militar que vive en un estado de desesperación y sin rumbo y está dispuesto a tomar cualquier trabajo que podría ayudar a llevarlo más cerca de casa. Banderas y el director captan la esencia del personaje de forma sencilla, inmediata y sin distorsión ni juegos. Es un hombre casi roto, pero un hombre firme, que se hará cargo de su vida sin importar los riesgos que se presentan. Sin embargo, Vigilante nocturno (Security, 2017) pierde su cadencia una vez que la niña llega al centro comercial; el filme parece construirse de manera improvisada, con muy poco ánimo de seguir adelante en el relato y haciendo múltiples referencias a otras cintas de acción como Die Hard (1988) y The Equalizer (2014), en lugar de concentrarse en las dinámicas de sus propios personajes. El centro comercial, como escenario principal de las acciones, carece de creatividad y atractivo visual; los espacios carecen de identidad y propósito, y eso resulta ser un error importante cuando se trata del lugar clave para la película.
Fecha de estreno en México: 6 de octubre, 2017.